Mi nombre es Carlos y vivo en la vibrante ciudad de Bogotá. Desde muy joven, he sido un amante de los gatos. Recuerdo con cariño los días de mi infancia, llenos de risas y travesuras compartidas con los felinos que alegraban mi hogar. Sin embargo, todo cambió cuando llegó Rony, un gatito amarillo de aspecto mestizo que encontramos en una estación de Transmilenio de la ciudad de Bogotá. Con su llegada, nuestra familia se completó de una manera que nunca habíamos imaginado.
Con el transcurrir de los años, llegó el momento tan esperado de festejar el cumpleaños de mi madre. Quería sorprenderla con algo verdaderamente especial, algo que pudiera iluminar su rostro cada vez que lo viera. Así que decidí emprender la búsqueda de una nueva compañera, una gatita que pudiera brindarle compañía y alegría. Tras una exhaustiva búsqueda, di con un criadero de gatos en la ciudad de Cali. Allí encontré a una preciosa gatita que, sin duda, prometía ser el regalo perfecto.
Sin embargo, el destino tenía otros planes para nosotros. A pesar de nuestros mejores esfuerzos, la pequeña gatita enfermó rápidamente y, a pesar de los cuidados del veterinario, falleció. Fue un golpe devastador para todos nosotros, y una lección que aprendimos de la manera más dura: lo barato puede salir caro cuando se trata del bienestar de nuestros seres queridos, incluso si tienen cuatro patas y bigotes.
Después de esa experiencia desgarradora, mi esposa Julieth y yo nos propusimos encontrar un gato de raza Ragdoll en Bogotá, nos enfrentábamos a un desafío, decididos a evitar que se repitiera aquella situación dolorosa, sin embargo, con determinación y esfuerzo, finalmente encontramos a Milu, una hermosa gatita Lynx Point que llenó nuestros corazones de alegría desde el primer momento en que la vimos.
A medida que Milu crecía se convirtió en parte de nuestra familia, nos dimos cuenta de la diferencia que hace la genética y la calidad en la crianza de gatos. Su amor incondicional, su suave ronroneo y su noble actitud nos inspiraron a embarcarnos en un nuevo proyecto: el criadero BREEDING CAT RAGDOLL.
Hoy en día, nos enorgullece decir que nuestro criadero es reconocido por criar los mejores gatitos Ragdoll con certificación de TICA y altos estándares de genética. Hemos participado en varios concursos donde nuestros gatos han sido galardonados como Best Cat LATINOAMERICA y Best Cat Ragdoll. Pero más allá de los premios, lo más importante para nosotros es la felicidad y el bienestar de nuestros gatos, quienes han llenado nuestras vidas de amor y compañía incondicional.
breedingcatragdoll